Realizado por:
Mara Sara Montenegro Bueno y Carla Andrea Martínez Beccaceci
Nosotros los cristianos, necesitamos aprovechar nuestro tiempo, o por lo menos tomar una parte de nuestro espacio, y proponernos transmitir la palabra de Dios y así como tenemos llenos nuestros corazones de Dios, hay personas que tienen hambre de Él y necesitan ayuda para ver la vida de otro modo.
Todos tenemos derecho a saber la verdad, solo hay una verdad, y si no encontramos el sentido de ésta nuestra vida carece de él. No estamos en este mundo para ser egoístas sino para compartir y contagiar esa alegría que nos llena por dentro, que nos llena de luz y nos enciende nuestros corazones. Aunque haya dificultades siempre va a estar ese alguien para sacarnos adelante, pero si no sabemos quién es Él cómo podremos encontrarle y escucharle.
Es por eso que se necesita de los misioneros y por supuesto de una labor social ya que somos hijos de Dios y parte de nuestro cometido es dar a conocer a nuestro Padre ya que él es infinitamente bueno, nuestro Creador que responderá a todas nuestras preguntas, Aquél que nos tenderá la mano para salir adelante.
Muchas veces las labores se hacen en Semana Santa y otras en el verano, éstas en general consisten en darles a conocer la palabra de Dios a toda la gente posible, de todas las edades, niños, jóvenes, señoras, señores, matrimonios y ancianos, por medio de pláticas, juegos y brindándoles la bondad que nuestro Padre nos enseñó, ayudándoles en lo que necesiten, es común que se lleve una bolsa de despensa para cada familia, a grandes rasgos, dándonos a los demás y a la vez entregándole nuestro tiempo a Dios. Un tiempo de gracia, tiempo de Dios, que se invierte con el propósito de que quede para la eternidad.
Dios es un Padre amoroso que quiere que te salves y que se salven todas las almas. Eres instrumento de salvación, para que muchas personas se encuentren con Cristo. Ahora tienes el tiempo quizá mañana sea demasiado tarde.
Mara Sara Montenegro Bueno
Con la finalidad de acercarnos a la experiencia de las Misiones tenemos que ir directo al testimonio, es por eso que buscamos las respuestas en las vivencias de un joven universitario llamado Manuel Álvarez quien encuentra en las Misiones un espacio donde se encuentran en constante prueba tanto la resistencia física como espiritual en sus palabras lo que más podemos ver es: “mucha integración de los laboristas sociales a pesar de que no nos conocíamos hasta llegar ahí y también encontré mucha disposición por parte de los mismos y más que nada agradecimiento por parte de la gente, los habitantes de El Salvial pero principalmente fuimos nosotros los beneficiados ya que aprendimos a entregarnos de manera desinteresada a quienes nos necesitan”.
Los jóvenes que acuden a estas labores de tipo altruista en las cuales encuentran que los límites del amor humano van más a allá de la familia y amigos, es una entrega de tiempo, esfuerzo físico, mental y espiritual hacia personas completamente ajenas a la rutina diaria, lo que les deja un crecimiento personal y una visión del mundo completamente diferente ya que estas tareas los hacen cambiar completamente del escenario al cual están habituados “nos quedamos en la escuela, ahí es donde dormimos y honestamente está excelente porque tenemos paredes techo y piso donde dormir y hasta un patio donde jugar, aquí los lujos no te pasan por la mente aprendes a vivir y a disfrutar lo verdaderamente importante de la vida”.
Lo más importante es la difusión de este tipo de actividades, ya que gracias a ellas hay una reflexión interna que nos permite ver más allá de nuestros propios intereses y nos da la oportunidad de ver la realidad, de estar concientes de los privilegios con los que contamos para así poder utilizarlos como herramienta para ayudar al prójimo.
¡Anímate y forma parte las misiones, llega hasta donde tu corazón jamás imaginó!
Ésta es la mejor manera de demostrar tu amor a Dios, al los demás y ponerte a prueba
Aportación: Carla Martínez
Entrevistado: Manuel Álvarez